Este postre tan tradicional en la provincia de Granada, es la mejor manera de poder aprovechar los polvorones que nos quedan después de las navidades. Dicho postre, que antiguamente se llamaba Torta de San Antón, lo hicieron popular las monjas de Granada. Un elemento esencial para preparar esta cuajada, es la Fajalauza, que se trata de la bandeja de cerámica típica de Granada, donde se presenta dicha cuajada. Su nombre se debe a la puerta medieval de la ciudad de Granada que daba acceso al tradicional barrio de alfareros que llevan elaborando sus obras desde el siglo XVI. Esta cerámica granadina se caracteriza por sus colores azul y verde y por la reproducción de motivos vegetales y árabes. Esta cuajada se puede encontrar en los escaparates de las pastelerías y panaderías de Granada durante los meses de enero y febrero. Se cree que su nombre se debe a una expresión familiar que define una serie de productos perecederos como son los mantecados, debido a que llevan manteca de cerdo y se corría el riesgo de que ésta quedara rancia.