El Manjar Blanco es un postre muy tradicional en la provincia de Barcelona. Se trata de un referente gastronómico popular de la ciudad condal desde finales del siglo XIX. Su origen se remonta en la edad media, acompañando otros postres como los quesos, los flaons o el requesón. Se trata de una receta que ha pasado de generación en generación entre las hermanas del Real Monasterio de Santa María de Pedralbes.