En la España de los siglos XVI y XVII ésta receta era una meta gastronómica de los bolsillos más pudientes. Dicha receta despertó un elevado interés entre los cocinerosfranceses. Según los burgaleses, el nombre de Podrida viene de Poderida, es decir, del que puede, que tiene medios, rico o poderoso. De ahí podemos encontrar en nuestro lenguaje expresiones como “un hombre podrido en dinero”, aunque hay que dejar claro que, en la actualidad, esta receta no tiene nada que ve con lo que en su momento pensaban los burgaleses.